La serie se abre camino al fracaso.
Después de tanto esperar, Jurassic World estrena su secuela de aquella película del 2015, partiendo justo después de los acontecimientos de esa anterior entrega. Esta vez Hollywood nos intentará deleitar con esta nueva entrega cuya antecesora arraso en ventas en el 2015.
La historia de la película es simple: un empresario relacionado indirectamente con John Hammond (fundador de Jurassic Park) contrata a Owen (Chris Pratt) y a Claire (Bryce Dallas Howard) para unirse con un equipo de rescate con la misión de sacar a tantos dinosaurios de la Isla Nublar como les sea posible, debido a que los animales se encuentran una vez más en peligro de extinción cunado el Volcán que se encuentra en esa isla esta a punto de hacer erupción. No obstante, los protagonistas pronto se percatan de que todo el tiempo han estado ayudando a unos traficantes de animales cuyo principal interés es capturar y vender por un precio muy alto a las criaturas al mejor postor.
La cinta se define en estas palabras: es aburrida. En más de una ocasión, el espectador se vera arrepentido por haber pagado el precio de la entrada, ya que la película tiene el mismo concepto de la anterior entrega: la creación de un nuevo dinosaurio y el intento por sacarle provecho a este acto que burla las leyes de la naturaleza, en esta ocasión se trata de (alerta de spoilers) la fusión entre un Velociraptor y el dinosaurio que impactó en el 2015, el Indominus Rex, esta unión trajo como resultado al "Indoraptor", sí, así de ridículo se llama la nueva criatura.
Le doy una clasificación de 11/20 y mi recomendación personal es: NO LA VAYAN A VER, POR FAVOR.
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